La obra muestra a Alicia cargando a la pequeña Jazmín sobre un fondo de flores y con una aureola que simboliza su sacrificio. La frase "Y si un día ya no estoy, en su recuerdo me inmortalizarán" acompaña la imagen, destacando la fuerza de su legado. El artista compartió el proceso creativo en redes sociales, expresando que su obra es una forma de que la tragedia "no se olvide". Este homenaje se suma a las muestras de luto de los vecinos, quienes han colocado veladoras y flores en la zona. La familia de Alicia, que la veló en Los Reyes Acaquilpan, Estado de México, continúa exigiendo justicia y la reparación de los daños por parte de la empresa responsable. El mural no solo rinde tributo a Alicia, sino que también sirve como un recordatorio permanente de la fragilidad de la vida y la capacidad humana para el sacrificio, convirtiendo un espacio de dolor en un altar de memoria comunitaria.