Activistas y ciudadanos organizaron una marcha exigiendo la renuncia del alcalde Jesús Nava, quien calificó las denuncias como un "golpeteo político".

La protesta escaló cuando los manifestantes se enfrentaron con la policía municipal, resultando en varias detenciones y el uso de gas lacrimógeno. En un acto de solidaridad, las agrupaciones musicales El Plan y La Morocha cancelaron sus presentaciones programadas para los festejos patrios. La presión social llevó a una inspección por parte de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, que constató que muchos animales presentaban enfermedades infectocontagiosas y desnutrición. Como resultado, se determinó el traslado y resguardo de 34 perros y gatos al Centro Estatal de Atención Animal para recibir tratamiento, mientras que el centro municipal fue clausurado hasta que garantice condiciones adecuadas.