El programa “Domingo de Pilas”, impulsado por el alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, se consolida como un exitoso modelo de participación ciudadana. Cada semana, cuadrillas municipales y vecinos trabajan juntos en la mejora de la imagen urbana y la calidad de vida de la capital. Con 194 ediciones, esta iniciativa se ha convertido en un pilar de la administración municipal bajo el concepto de “San Luis Amable”, demostrando que la colaboración directa es clave para la gobernanza efectiva. Las jornadas abarcan una amplia gama de actividades, desde limpieza general, poda de árboles y deshierbe, hasta la pintura de guarniciones, bacheo y la instalación de infraestructura como reflectores bajo puentes.
El alcalde Galindo Ceballos participa activamente en estas faenas, reforzando el mensaje de un gobierno cercano y receptivo.
Su filosofía se resume en sus propias palabras: “Yo no sé dónde hay baches, pero ustedes sí.
Si me lo dicen, los arreglo.
Esa es la clave del éxito de este Gobierno Municipal, que trabajamos en conjunto”.
Esta comunicación directa ha permitido atender de manera inmediata las necesidades reportadas por los habitantes, generando confianza y un sentido de corresponsabilidad.
El programa no solo se enfoca en la estética urbana, sino que también integra acciones de valor ambiental. Durante una de las jornadas más recientes, se destacó la instalación del Consejo Ciudadano para la Protección del Arbolado Urbano, un órgano que permitirá tomar decisiones técnicas sobre el manejo de los árboles de la ciudad, llegando incluso a declarar a algunos ejemplares como patrimonio por su antigüedad y valor ecológico. Esta combinación de trabajo comunitario y política ambiental consolida a “Domingo de Pilas” como un espacio integral para mejorar la ciudad.
En resumenEl programa “Domingo de Pilas” en San Luis Potosí es un ejemplo de colaboración exitosa entre el gobierno y la ciudadanía. A través de jornadas semanales de trabajo conjunto, se realizan mejoras tangibles en el entorno urbano, se fomenta la participación comunitaria y se fortalece la confianza en la administración local, construyendo una ciudad más limpia y ordenada.