Sin embargo, la intervención inmediata del gobierno estatal y federal, con apoyo de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, logró rehabilitar el paso en tiempo récord. Raquel Gordillo Cano, delegada de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), expresó su sorpresa y gratitud: “Me quedé sorprendido que en dos días ya estaba restablecida la comunicación”. Gordillo Cano dimensionó el impacto económico de la interrupción, señalando que cada día sin circular representa una pérdida promedio de 20 mil pesos por unidad. De manera similar, empresas de transporte de pasajeros como Grupo Aexa, que tuvieron que suspender sus corridas nocturnas, pudieron reactivar sus servicios al cien por ciento el domingo por la noche. Belén Arteaga, gerente de Mercadotecnia de la empresa, confirmó que la ruta habitual vía Mapastepec hasta Tapachula ya operaba con normalidad. La rápida acción coordinada no solo evitó mayores pérdidas económicas, sino que también demostró la capacidad de resiliencia y la eficacia de la colaboración interinstitucional en momentos de crisis.