Su presencia se ha vuelto una terapia improvisada, aliviando el estrés característico del trabajo de emergencia.

La historia de Urgencio trascendió las paredes de la Cruz Roja al viralizarse en redes sociales, donde se le puede ver portando un uniforme hecho a su medida mientras explora botiquines o descansa en las oficinas. Este fenómeno mediático ha generado una ola de reacciones positivas, con usuarios celebrando la adopción y destacando cómo su historia fomenta el respeto hacia los animales. El caso de Urgencio se suma a otros ejemplos de animales que se convierten en figuras emblemáticas de cuerpos de emergencia, demostrando el profundo impacto positivo que pueden tener en entornos de alta exigencia emocional y física. Su espontaneidad rompe la rutina y genera espacios de convivencia que fortalecen el espíritu de equipo y alivian el cansancio de los rescatistas.