Consciente del peligro, el taxista actuó con prudencia.

Al observar a unos policías realizando un recorrido de vigilancia, se detuvo y les solicitó ayuda, explicando la situación.

Los oficiales resguardaron a la menor, quien inicialmente dio edades contradictorias, y contactaron a su familia para que acudieran por ella.

Este acto de vigilancia ciudadana impidió que la joven llegara a su destino y potencialmente cayera en manos de una red criminal. El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha alertado previamente sobre este fenómeno de reclutamiento forzado, subrayando que es un problema a nivel nacional y destacando la importancia de la prevención y la denuncia.