Tras perderse, aparentemente asustado por las lluvias, su familia inició una búsqueda exhaustiva.

Sin saberlo ellos, Rocky fue adoptado temporalmente por los trabajadores de la Agencia de Transporte de Yucatán, quienes lo cuidaron y, en tono de broma, lo nombraron el nuevo 'inspector' de las unidades.

Un usuario de redes sociales, José Antonio Paredes, compartió fotos del can, comentando con humor: “No ladra, no multa, pero mueve la cola y se asegura que todos suban y bajen bien”. La publicación se difundió rápidamente, y fue gracias a esta viralización que la familia de Rocky, encabezada por su dueño Ian Olvera, pudo localizarlo. Una usuaria que colaboraba en la búsqueda reconoció al perro y contactó a su dueño, quien llevaba tres semanas buscándolo.

El reencuentro fue posible gracias a la conexión facilitada por las redes sociales.

El caso de Rocky no solo tuvo un final feliz, sino que también destacó la amabilidad de los trabajadores que lo acogieron y la solidaridad de la comunidad digital que ayudó a difundir su historia, convirtiendo un momento de angustia en una anécdota de alegría y colaboración ciudadana.