Chocaron.

Explotó algo.

Estoy todo quemado”.

Este dramático llamado de auxilio precedió a 27 días de una ardua recuperación en el Hospital Central Sur de Petróleos Mexicanos en Tlalpan. El joven de 19 años sufrió quemaduras de tercer grado en el 40 por ciento de su cuerpo, manteniéndolo en estado crítico durante semanas. Su caso se convirtió en un punto focal de la tragedia del 10 de septiembre en el Puente de la Concordia, que dejó un saldo de 31 fallecidos y decenas de heridos. La Secretaría de Salud capitalina informó que, con el alta de Kevin, suman 44 las personas que han logrado recuperarse.

El momento de su salida del hospital fue profundamente emotivo; entre aplausos y porras, caminó para abrazar a su familia, en especial a su hijo de apenas nueve meses.

“Fue complicado, fue difícil, pero tengo a mis dos motivaciones, a mi esposa y a mi hijo”, expresó el joven.

Su rehabilitación continuará en su domicilio con apoyo médico y psicológico.

La historia de Kevin no solo representa un final feliz para una familia, sino también un testimonio de resiliencia y un rayo de luz para una comunidad marcada por la pérdida.