La respuesta no se hizo esperar: el gobierno estatal, encabezado por Rocío Nahle García, estableció un Puesto de Comando para coordinar la respuesta interinstitucional con la Federación y los ayuntamientos. Sin embargo, más allá de la acción oficial, ha destacado la solidaridad ciudadana. En un acto que conmovió a la nación, un adulto mayor y sus trece perros fueron rescatados de la creciente del río Pantepec en Álamo gracias a la intervención de un elemento de Protección Civil y pobladores locales. Este rescate simboliza la empatía y valentía que emerge en momentos de crisis. La ayuda también ha cruzado fronteras estatales; el gobernador de Nuevo León, Samuel García, anunció el envío de brigadas de Protección Civil con equipo especializado de rescate acuático para apoyar en Poza Rica y Tuxpan. Paralelamente, en Tamaulipas, ciudadanos de Matamoros y Reynosa, muchos de ellos originarios de Veracruz, organizaron centros de acopio para recolectar víveres y artículos de primera necesidad. Estas iniciativas, nacidas de la sociedad civil, demuestran que la ayuda trasciende la logística gubernamental, tejiendo una red de apoyo humano que busca aliviar el sufrimiento de miles de familias damnificadas.