El santuario no solo ofrece refugio, sino que también cumple una función de salud pública al vacunar, desparasitar y esterilizar a los animales, contribuyendo a reducir la sobrepoblación callejera.

Recientemente, el recinto amplió su capacidad para albergar hasta 200 perros, incorporó dormitorios climatizados e instaló un incinerador para ofrecer un servicio digno a las familias que pierden a sus animales de compañía. Las personas interesadas en adoptar deben cumplir con requisitos básicos para asegurar el bienestar de los animales, consolidando un modelo de tenencia responsable.