Mateo Flores Rodríguez, un niño de 10 años y apasionado admirador del Metro de la Ciudad de México, vio su sueño hecho realidad al ser nombrado Director General del STC por un día. Su jornada incluyó la supervisión de operaciones y un llamado a los usuarios para fomentar la seguridad y el respeto dentro del sistema de transporte. La historia de Mateo se viralizó en redes sociales debido a su profundo conocimiento y fascinación por el Metro, incluyendo los distintos modelos de trenes como el NM22, MP68 y MP82, y su extensa colección de memorabilia. Al conocer su caso, el director general del Metro, Adrián Rubalcava, lo invitó a asumir el cargo simbólico.
Durante su día como director, Mateo supervisó las labores de regulación de trenes desde el Puesto Central de Control II, encabezó una reunión de trabajo con los titulares de áreas clave como Operación y Seguridad, e inspeccionó la operación de la Línea 1. Como parte de su responsabilidad, emitió un mensaje a los usuarios, pidiendo “respetar las señalizaciones, no rebasar la línea amarilla y no tirar objetos a las vías” para lograr viajes más rápidos y sin retrasos.
El STC destacó que esta iniciativa refleja el cariño de la ciudadanía por el sistema y recordó que los recorridos guiados están disponibles para otros aficionados. La experiencia de Mateo no solo cumplió el sueño de un niño, sino que también sirvió como una plataforma para promover la cultura cívica y la seguridad entre millones de pasajeros.
En resumenLa designación de Mateo Flores, un niño de 10 años, como director del Metro de la CDMX por un día, fue una historia inspiradora que cumplió el sueño de un joven aficionado. Además, su participación sirvió para difundir un importante mensaje de seguridad y responsabilidad cívica a los usuarios del sistema de transporte.