Durante su día como director, Mateo supervisó las labores de regulación de trenes desde el Puesto Central de Control II, encabezó una reunión de trabajo con los titulares de áreas clave como Operación y Seguridad, e inspeccionó la operación de la Línea 1. Como parte de su responsabilidad, emitió un mensaje a los usuarios, pidiendo “respetar las señalizaciones, no rebasar la línea amarilla y no tirar objetos a las vías” para lograr viajes más rápidos y sin retrasos.

El STC destacó que esta iniciativa refleja el cariño de la ciudadanía por el sistema y recordó que los recorridos guiados están disponibles para otros aficionados. La experiencia de Mateo no solo cumplió el sueño de un niño, sino que también sirvió como una plataforma para promover la cultura cívica y la seguridad entre millones de pasajeros.