Este esfuerzo ha sido vital para llevar ayuda humanitaria a zonas que quedaron siniestradas y aisladas.

La solidaridad interregional ha sido un pilar en la respuesta a la crisis.

El Gobierno del Estado de México, liderado por Delfina Gómez Álvarez, envió 358 toneladas de ayuda humanitaria y desplegó 703 elementos, incluyendo personal de Protección Civil y brigadas de salud. De manera similar, Nuevo León envió un helicóptero de Protección Civil para llevar víveres a comunidades de difícil acceso en Tulancingo. Un aspecto conmovedor de la respuesta ha sido la atención a las víctimas más frágiles.

El Sistema DIF Hidalgo, presidido por Edda Vite Ramos, informó que mantiene bajo resguardo a dos menores de edad que quedaron en orfandad tras perder a sus padres a causa de las lluvias. El organismo asistencial buscará una red familiar que pueda hacerse cargo de su cuidado, pero mientras tanto, garantiza su protección y bienestar, demostrando un compromiso humano que trasciende la simple logística de la emergencia.