Tras ser rescatados, la pareja fue acogida por familiares, ya que su casa quedó destruida.

Sin embargo, la salud de ambos se deterioró. Don Hilario falleció mientras recibía atención médica, y días después, el 27 de octubre, Doña Elodia murió a causa de un paro cardiorrespiratorio, presuntamente por complicaciones derivadas de la exposición al agua y al lodo. Su historia, aunque con un final triste, dejó una huella imborrable, destacando no solo la tragedia humana de las inundaciones, sino también el espíritu de amor, resistencia y la solidaridad comunitaria que surgió en los momentos más difíciles.