A pesar de que funcionarios locales visitaron la zona y se comprometieron a gestionar una solución para restablecer la comunicación, la ayuda prometida nunca se materializó. Ante esta situación de abandono, los campesinos decidieron tomar la iniciativa.

Mediante la cooperación comunitaria, lograron conseguir maquinaria y organizaron jornadas de trabajo para levantar un paso provisional.

“Metimos papeles, hicimos solicitudes, pero solo nos dieron vueltas”, señalaron los pobladores, evidenciando su frustración con la burocracia y la falta de respuesta gubernamental.

Gracias a su esfuerzo colectivo, hoy cuentan con una vía que les permite cruzar el afluente sin necesidad de recorrer largas distancias. Ahora, con el puente provisional en funcionamiento, los habitantes hacen un llamado al gobierno estatal para que se construya una estructura segura y duradera que garantice la conectividad y la seguridad de las familias de la región a largo plazo. Este acto resalta no solo una carencia en la infraestructura rural, sino también la resiliencia y el espíritu comunitario de los habitantes de Chicomuselo.