Según el director de Obras Públicas, Carlos Ramírez Brassetti, la repavimentación de los 4.25 kilómetros en ambos sentidos tendría un costo cercano a los 28 millones de pesos si fuera ejecutada por una empresa privada. Sin embargo, gracias al uso del tren de pavimentación adquirido recientemente por el ayuntamiento, la inversión se redujo a una tercera parte de ese monto. Esta vialidad, que conecta puntos clave como la Vía López Portillo, la carretera Lechería-Texcoco y la autopista México-Pachuca, no había recibido una intervención integral desde 1998, lo que había provocado un grave deterioro y la proliferación de baches.

Los trabajos se están llevando a cabo día y noche para minimizar las afectaciones al tránsito.

“Disculpen las molestias, pero estamos trabajando para que pronto la gente tenga una avenida renovada y segura”, afirmó Ramírez Brassetti.

Esta obra no solo representa una mejora en la infraestructura urbana, sino también un ejemplo de gestión eficiente de los recursos públicos en beneficio directo de la ciudadanía.