Sus creaciones se encuentran en varias estaciones, destacando la Estación No.

5, donde un cuadro con los valores institucionales adorna el acceso.

Su anhelo es obtener permiso para realizar un mural que refleje de manera más amplia su experiencia. El mayor orgullo para Olivas es que su hijo, Ángel, haya decidido seguir sus pasos, integrándose recientemente al H. Cuerpo de Bomberos tras egresar de la academia del ISSCUU. Este hecho representa la continuidad de un legado de servicio. Juan Manuel Olivas no solo busca dejar un recuerdo visual a través de sus pinturas, sino también fortalecer el sentido de pertenencia, haciendo que cada estación se sienta como un hogar. Su historia resalta el lado humano de los servidores públicos, demostrando cómo una pasión personal puede enriquecer la cultura institucional y crear un legado que trasciende el deber.