La iniciativa ha sido recibida positivamente por las autoridades locales.

El alcalde Cruz Pérez Cuéllar calificó el proyecto como “muy positivo” y expresó su confianza en la empresa responsable, afirmando que el lugar “está en muy buenas manos”. La transformación contempla la preservación de la fachada original del edificio, integrando su valor histórico en el nuevo diseño que incluirá canchas deportivas, un área para conferencias y espectáculos, y talleres para la comunidad. La empresa S-Mart, propietaria del inmueble desde su venta por el municipio en 2009, emitió un comunicado confirmando su compromiso de “proteger el valor patrimonial del inmueble y, al mismo tiempo, desarrollar un espacio vivo y útil para la comunidad juarense”. Este proyecto es un claro ejemplo de regeneración urbana con un profundo significado social: la conversión de un espacio asociado al castigo y al encierro en un lugar de encuentro, creatividad y desarrollo comunitario. La decisión de mantener la estructura histórica mientras se le da un nuevo propósito es un acto de reconciliación con el pasado de la ciudad, ofreciendo un futuro más esperanzador para una zona que necesita espacios de convivencia y cultura.