Eso es muy importante...

Son decisiones que tomamos para todos aquellos países con los que no tenemos acuerdo comercial”, subrayó la mandataria. Aseguró que la política no viola normas internacionales y que se han mantenido conversaciones con las autoridades chinas, con nuevas reuniones programadas. Por su parte, el gobierno chino manifestó su rechazo, advirtiendo que se “opone firmemente a cualquier coerción” y que la medida socava sus derechos e intereses legítimos. El canciller Juan Ramón de la Fuente descartó un rompimiento diplomático, afirmando que la relación con China es “cordial, amistosa” y que estos temas se abordan mediante “diálogos francos”. Sheinbaum también minimizó el riesgo de una caída en el intercambio comercial, argumentando que México exporta muy poco a las naciones involucradas y que los aranceles no serán generalizados, sino aplicados a sectores específicos para proteger la producción nacional.