Esta decisión implica que el Senado operará en 2026 y 2027 con el mismo presupuesto que ejerce este año, renunciando a cualquier aumento.

La presidenta de la Mesa Directiva, Laura Itzel Castillo, confirmó la política de “cero viajes” y aseguró que se realizarán ajustes en todos los rubros para cumplir con los objetivos de austeridad. El plan también contempla la revisión de contratos considerados superfluos; por ejemplo, ya se canceló el servicio de valet parking, y los trabajadores fueron absorbidos directamente por el Senado. López Hernández aclaró que la prioridad será garantizar los ingresos y prestaciones de los trabajadores de base de la Cámara Alta, asegurando que el ajuste se enfocará en eliminar privilegios y no en afectar la operación institucional.