De manera crucial, se busca tipificar la “suplantación digital” como un delito en el Código Penal Federal, con sanciones severas para quienes manipulen atributos personales con fines ilícitos, políticos o sexuales. Además, se propone el reconocimiento de la identidad digital como una dimensión de la personalidad jurídica en el Código Civil Federal, estableciendo la responsabilidad civil en caso de violación. Esta reforma pretende crear un marco legal que equilibre la innovación tecnológica con la protección de la privacidad, la reputación y la dignidad humana, sumando a México al debate global sobre la regulación de la IA.