En su informe, la presidenta Sheinbaum afirmó que su objetivo es “evitar que el amparo se vuelva el resguardo de por vida de los potentados de antes que no quieren pagar sus impuestos”. Sin embargo, la oposición y organizaciones civiles han advertido que los cambios debilitan el principal mecanismo de defensa de los ciudadanos contra actos arbitrarios del poder. El presidente del PAN, Jorge Romero Herrera, calificó la reforma como “inconstitucional” y un retroceso que convierte el amparo en “más un privilegio que un derecho”. La controversia escaló en el Senado cuando, de última hora, se incluyó un artículo transitorio para aplicar la ley de forma retroactiva a juicios en trámite, una medida que viola el artículo 14 constitucional. Esta adición, impulsada por el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, presuntamente bajo la dirección del coordinador Adán Augusto López, provocó una reacción inmediata. La propia presidenta Sheinbaum, el exministro Arturo Zaldívar y el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, se desmarcaron públicamente, asegurando que la retroactividad sería corregida en la Cámara de Diputados. Este episodio reveló profundas divisiones dentro de la bancada oficialista y puso de manifiesto una lucha de poder interna, con el senador Javier Corral oponiéndose al transitorio en comisiones, para luego ser reintroducido en el pleno.