Como parte de las 19 reformas constitucionales aprobadas durante el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, se concretó la prohibición de la reelección para cualquier cargo de elección popular y el nepotismo, medidas que entrarán en vigor a partir del año 2030. La presidenta destacó en su informe que con esta reforma “se prohíbe dejar como herencia un puesto de elección”, reafirmando su compromiso de campaña para evitar la perpetuación de familias en el poder. Aunque la reforma constitucional tiene una aplicación a futuro, su espíritu ya está generando tensiones dentro de Morena.
El partido ha adoptado medidas internas para aplicar esta política a partir de las elecciones de 2027, lo que ha provocado reacciones de figuras políticas con aspiraciones. El caso más notorio es el del senador Saúl Monreal, quien, a pesar de que su hermano David Monreal es el actual gobernador de Zacatecas, ha declarado que su aspiración de competir por el mismo cargo “sigue intacta y firme”. El senador no descartó analizar ofertas de partidos de oposición como el PRI o el PAN si el proceso interno de Morena no le parece “transparente” o “incluyente”.
Esta postura desafía directamente las nuevas directrices del partido, respaldadas por la dirigente nacional Luisa María Alcalde, quien ha sido clara en que para 2027 “no habremos de proponer en la boleta a ningún familiar”. La situación de los Monreal, con Ricardo como coordinador en la Cámara de Diputados, evidencia el conflicto entre la nueva normativa y las ambiciones de clanes políticos consolidados, incluso dentro del partido gobernante.
En resumenLa prohibición constitucional de la reelección y el nepotismo a partir de 2030 es una de las reformas clave del primer año de gobierno, orientada a transformar las prácticas políticas. Sin embargo, la aplicación anticipada de esta regla dentro de Morena para 2027 ya genera conflictos, como lo demuestra el desafío del senador Saúl Monreal en Zacatecas, poniendo a prueba la disciplina del partido y la viabilidad de la medida.