Enumeró reducciones significativas en estados clave como Zacatecas (88%), Chiapas (73%), Jalisco (62%), Nuevo León (61%) y Guanajuato (47%).
La estrategia se basa en cuatro ejes: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación, y coordinación entre los tres órdenes de gobierno. Sheinbaum también destacó la incorporación de la Guardia Nacional a la SEDENA como una reforma clave para garantizar su profesionalismo. Por su parte, la CEM, en su balance del primer año de gobierno, admitió que la nueva estrategia nacional “comienza a mostrar efectos alentadores” y mencionó la campaña de desarme voluntario organizada con la Iglesia.
No obstante, los obispos advirtieron que una disminución estadística no es suficiente.
“La violencia solo cede cuando lo hace también la corrupción”, afirmaron, describiéndola como “un cáncer social que carcome la esperanza nacional”. Esta visión matizada sugiere que, si bien las cifras oficiales muestran una mejora, la percepción y las causas estructurales de la violencia siguen siendo un reto profundo para el país.












