Córdova señaló que los ejes de la reforma, como la elección de consejeros por voto popular y la eliminación de la representación proporcional, podrían tomar control político del INE y debilitar los contrapesos. Por su parte, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Lázaro Cárdenas Batel, encabezaron una audiencia pública en la que defendieron la necesidad de la reforma, destacando la importancia de la participación ciudadana para construir un “mejor instrumento democrático”. Desde la oposición, el PAN y el PRI han expresado su preocupación de que Morena imponga una reforma sin consenso. Roberto Gil Zuarth (PAN) cuestionó si habrá una “reforma electoral legítima o una imposición”, mientras que Emilio Suárez (PRI) advirtió que “no va a haber democracia si no hay contrapesos, sin árbitros imparciales y sin pluralidad real”.