El Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), inició la elaboración participativa del Plan de Justicia y Desarrollo Regional del Pueblo Afromexicano de la Costa Chica de Guerrero y la Costa de Oaxaca. Esta iniciativa busca saldar una deuda histórica y mejorar las condiciones de vida de estas comunidades mediante políticas públicas diseñadas con un enfoque intercultural y sostenible. La primera asamblea regional, celebrada en San Nicolás, Guerrero, marcó el comienzo de un diálogo “de gobierno a gobierno” para definir las prioridades del plan.
Las autoridades afromexicanas y representantes del gobierno acordaron trabajar sobre siete ejes temáticos: cultura e identidad; derechos del pueblo afromexicano; infraestructura básica; economía y recursos naturales; educación con pertinencia cultural; salud y medicina tradicional; y tierra y territorio.
Este plan se enmarca en el Plan General Lázaro Cárdenas del Río, que abarca la región del Balsas. Gustavo Torres Cisneros, del INPI, resaltó que esta política se fundamenta en el Artículo 2° de la Constitución, que reconoce a los pueblos afromexicanos como sujetos de derecho público. Además, informó que se está trabajando en una Ley General sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos, la cual será consultada el próximo año. Por su parte, la presidenta del Conapred, Claudia Olivia Morales Reza, afirmó que “ninguna política pública será legítima si no se hace desde el territorio, con respeto y dignidad”.
En resumenEn un acto de justicia histórica, el INPI y las comunidades afromexicanas de Guerrero y Oaxaca comenzaron a construir un plan de desarrollo regional. Basado en siete ejes clave, desde cultura hasta territorio, la iniciativa busca garantizar los derechos y mejorar el bienestar de estas poblaciones, en cumplimiento del mandato constitucional.