La mandataria mexicana aseveró que el país no aceptará ningún tipo de injerencia o intervención extranjera, defendiendo la soberanía nacional como pilar de la relación bilateral. "La posición de México es clara: nunca estaremos de acuerdo con la intervención ni con el injerencismo en ningún país. Nuestra convicción es siempre la defensa de la soberanía y el respeto mutuo", declaró Sheinbaum durante su conferencia matutina. Enfatizó que cualquier conflicto debe resolverse "por la vía del diálogo y la paz". Para contrarrestar la narrativa de un México rebasado por el crimen, la presidenta destacó los resultados de la cooperación bilateral, mencionando una "incautación histórica" de aproximadamente 500 armas en Estados Unidos que tenían como destino México. "Esto es parte de la coordinación que hemos alcanzado", aseguró, subrayando que la colaboración debe ser en ambos sentidos, frenando no solo el flujo de drogas hacia el norte, sino también el tráfico de armas hacia el sur. Sheinbaum insistió en que el diálogo con Estados Unidos ha permitido establecer un acuerdo de coordinación basado en el respeto mutuo, y que esta será la postura que mantendrá su gobierno. A pesar de las críticas de su homólogo, la presidenta busca mostrar una estrategia de seguridad con resultados y una política exterior que prioriza la soberanía sin ceder a presiones externas.