Declaró: “Hubo injusticia, justo es reconocerlo hoy y justo es lamentarlo, porque esa es también parte de nuestra historia compartida y no podemos ni negarla ni olvidarla”.

Esta es la primera vez que un alto funcionario del gobierno español utiliza un lenguaje de este tipo para referirse al periodo colonial. La presidenta Sheinbaum reaccionó de inmediato en su conferencia matutina, calificando el gesto como un avance significativo que responde a la solicitud de perdón que el gobierno mexicano, desde la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha mantenido.

“El perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos.

No es humillante”, afirmó Sheinbaum, quien consideró que el agravio histórico “empieza a saldarse”.

La declaración, sin embargo, generó una fuerte reacción en España, donde el gobierno de la Comunidad de Madrid, de corte conservador, exigió la dimisión de Albares, acusándolo de “desprestigiar la historia de España”.

Historiadores también mostraron opiniones divididas, entre quienes ven el acto como correcto y quienes lo consideran un “despropósito”.