El acuerdo aplica a vehículos con un peso bruto mayor a 3,857 kilogramos.

La secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, destacó la relevancia de la norma al señalar que, aunque los vehículos a diésel constituyen solo el 5% de la flota nacional, son responsables del 61% de las emisiones contaminantes. “Este acuerdo es fundamental para mejorar la calidad del aire y avanzar hacia la descarbonización del transporte”, afirmó.

Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, enfatizó que la medida establece que los vehículos importados deben cumplir con las mismas normas ambientales que los producidos en México, impidiendo la entrada de “decenas de miles” de unidades altamente contaminantes. Esta regulación cumple con un compromiso adquirido con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), cuyo presidente, Miguel Ángel Martínez Millán, celebró la decisión como un “paso decisivo hacia la modernización” del sector, resultado de más de dos años de diálogo entre el gobierno y la industria.