Una vez recibida, el Poder Legislativo tendrá un plazo limitado, hasta el 15 de diciembre, para discutirla y aprobarla durante el periodo ordinario de sesiones. De lo contrario, la discusión podría posponerse hasta febrero de 2025 o requerir un periodo extraordinario.

Durante los encuentros técnicos previos, las cámaras empresariales solicitaron que la reducción se implemente de forma escalonada para permitir a las empresas ajustar turnos, costos y estructuras operativas.

En este sentido, se ha manejado un plan que sugiere una reducción progresiva: en 2026 bajaría a 46 horas, en 2027 a 44, en 2028 a 42, y así sucesivamente hasta alcanzar las 40 horas semanales en 2030.

La diputada federal Patricia Mercado destacó que la reforma responde a una demanda histórica, afirmando que “La reducción de la jornada laboral a 40 horas ha sido una demanda de trabajadoras y trabajadores que necesitan tiempo para vivir”. Además, adelantó que la bancada de Movimiento Ciudadano respaldará la propuesta.