Sus declaraciones generaron un debate en redes sociales sobre el rol del entretenimiento y la responsabilidad ciudadana. En una entrevista posterior a su salida del programa, el conductor de televisión utilizó la plataforma mediática para hacer un llamado a la reflexión. Cuestionó la tendencia en México de centrar la atención en el entretenimiento mientras se ignoran debates de mayor trascendencia nacional. “Clávense en las cosas que pueden cambiar el rumbo de este país”, expresó Facundo, lamentando que el público estuviera más pendiente de las estrategias del juego que de temas como la controversial reforma al Poder Judicial. Señaló la ironía de que los usuarios de redes sociales fueran extremadamente activos para criticar el reality, pero no mostraran el mismo ímpetu para exigir cambios en decisiones gubernamentales. “Me encantaría que así de activos como son para criticar La Casa de los Famosos, fueran también para señalar las cosas trascendentales”, dijo. La reacción en línea fue dividida: un sector aplaudió su mensaje, considerándolo un uso responsable de su fama, mientras que otro lo calificó de incongruente por haber participado en el mismo formato que ahora critica. Este episodio destaca la compleja interacción entre la cultura del entretenimiento y el discurso cívico en la era digital.