“Te voy a ser sincero también, no puedo ahondar.

Ahora que hablas de mi esposa, pues estoy pasando situaciones en las que no sé cuál es mi futuro, no puedo hablar de más, pero me movió”, confesó el influencer. Atribuyó esta difícil etapa a los riesgos que asumió al enfocarse de manera obsesiva en su carrera y en la imagen pública que proyecta. “Fueron los riesgos que yo tomé al obsesionarme con mi trabajo y obsesionarme tanto con satisfacer la imagen que se tenía de mí de irreverente”, admitió, llegando a calificar su paso por el programa como un proyecto que “me salió mal”. La pareja, que se conoció en 2014 en el reality “Mitad y Mitad” y se casó en 2022 en la Riviera Maya, se encuentra ahora en un punto de reflexión sobre su futuro. Aunque no se ha confirmado una separación formal, las declaraciones de Marcelo exponen las consecuencias personales que puede acarrear la alta exposición mediática de este tipo de formatos.