“No soy la chica bonita, no soy la chica que salió reina de belleza ni de virtudes. No sé aullar, no sé ser manada”, expresó.

Alexis Ayala respondió que todo era parte de un juego y que fuera de la casa no guardaría rencor, defendiendo la cohesión de su equipo. La confrontación escaló cuando Ayala la acusó de burlarse de él y de no merecer permanecer en el reality por estar “lastimada”. Este intercambio de acusaciones no solo expuso las profundas fracturas entre los participantes, sino que también sirvió como antesala para que Ayala hiciera una impactante revelación sobre su vida personal, llevando la tensión de la cena a su punto más alto y dejando en evidencia las complejas dinámicas emocionales y estratégicas que dominan la competencia.