La anunciada visita del cantante Carlos Rivera a La Casa de los Famosos México fue cancelada abruptamente, presuntamente debido a la intensa reacción negativa de los seguidores del "Cuarto Noche". Este suceso evidencia la creciente influencia de los fandoms en las decisiones de producción de los grandes formatos televisivos. La visita de Rivera, una de las estrellas más importantes de la música en México, fue promovida oficialmente por la cadena Las Estrellas mediante comerciales. Sin embargo, la noticia desató la ira de los fanáticos del equipo "Noche", quienes se oponen a la concursante Dalilah Polanco.
Dado que Rivera es un amigo cercano de Polanco y ha expresado su apoyo hacia ella en redes sociales, estos seguidores interpretaron su visita como una muestra de favoritismo y procedieron a inundar las redes sociales del cantante con mensajes de odio y amenazas. La cancelación fue posteriormente confirmada por la periodista Joanna Vega-Biestro, quien explicó que la televisora tomó la decisión de "no exponerlo" al "hate" justo antes del estreno de su próximo proyecto estelar, "¿Quién es la Máscara?". Wendy Guevara, ganadora de la primera temporada, también comentó sobre el incidente, lamentando que la "toxicidad de los fans" esté provocando que los artistas ya no quieran visitar la casa. Este episodio ilustra un cambio significativo en la dinámica de la telerrealidad, donde grupos de fans organizados pueden ejercer una presión real sobre las productoras y las celebridades, llegando a impactar directamente el contenido del programa.
En resumenLa cancelación de la visita de Carlos Rivera marca un momento significativo en el que la reacción de los fanáticos alteró directamente el contenido planeado del programa. El incidente demuestra el poder de las campañas organizadas en redes sociales para influir en las decisiones de producción, planteando interrogantes sobre la línea entre la participación de los fans y la presión tóxica sobre las celebridades y las cadenas televisivas.