Ante esta respuesta, trascendió que tanto Rivera como su equipo decidieron que no era una buena idea exponerse a la polémica y cancelaron su participación. La ganadora de la temporada anterior, Wendy Guevara, confirmó que el ambiente en redes se ha vuelto "muy tóxico", provocando que varios artistas rechacen invitaciones al programa por temor a ser "funados" o recibir críticas virales.

Este incidente subraya cómo la intensa polarización entre los fandoms del reality show está impactando directamente las decisiones de producción y la disposición de celebridades externas a involucrarse.