Sin embargo, una vez fuera, el actor adoptó un tono crítico.

En sus primeras entrevistas, Ayala sugirió que la permanencia de Dalílah Polanco se debió a la empatía del público por la lesión que sufrió en la pierna. "Yo creo que la gente la apoyó porque la veían que ella estaba en una guerra muy grande allá adentro, se lastimó y todos en algún momento tenemos empatía por esas cosas", afirmó, añadiendo que ella "no manejó bien la frustración".

Además de sus comentarios sobre Polanco, su participación estuvo marcada por otros momentos controvertidos, como su repentino abandono de la fiesta de reencuentro con los exhabitantes.

Aunque esto generó especulaciones sobre un posible enojo, su compañera Mar Contreras aclaró que se debió al agotamiento extremo, ya que el actor tenía una agenda mediática muy apretada desde la madrugada. Ayala, por su parte, defendió su juego, asegurando que no interpretó a un "personaje" y que no se arrepiente de nada de lo que hizo dentro del reality.