La final de La Casa de los Famosos no solo coronó a un ganador, sino que también generó una controversia inesperada centrada en la familia de Abelito. La visible molestia de su padre, Don Abel, al anunciarse el tercer lugar de su hijo, provocó una ola de especulaciones que incluyeron reportes de una crisis de salud y teorías sobre el verdadero motivo de su enojo. En el momento del reencuentro familiar, las cámaras captaron a Don Abel Sáenz Martínez alejándose del grupo, con los brazos cruzados y un gesto de frustración que no pasó desapercibido. La imagen se viralizó de inmediato, y surgieron reportes de que su disgusto fue tan grande que necesitó atención de paramédicos. El creador de contenido Pablo Chagra afirmó que el señor "se puso no enojado, lo que le sigue", e incluso "se estaba pegando con la mano en la cabeza".
Sin embargo, tanto Don Abel como su hijo desmintieron esta versión.
Abelito explicó que su padre simplemente estaba procesando la situación, mientras que Don Abel declaró a la prensa: "No malinterpreten, sentí tristeza, pero enojo jamás, solo un poquito de tristeza".
A pesar de las aclaraciones, surgió una segunda teoría, impulsada por el periodista Javier Ceriani. Según él, el enojo de Don Abel no era por el resultado, sino por la presencia de la novia de Abelito, Aranza Salazar. Ceriani aseguró que la familia desaprueba la relación debido a un supuesto "pasado oscuro" de la joven, quien habría trabajado en un "tugurio" en Saltillo. Esta versión sugiere una tensión familiar más profunda que se manifestó en la gala final.
En resumenEl incidente con el padre de Abelito demuestra cómo un momento de emoción personal puede transformarse en una controversia nacional bajo el lente de un reality show. La reacción de Don Abel, ya sea por decepción o por tensiones familiares, se convirtió en uno de los temas más debatidos de la final, evidenciando el poder del programa para exponer las dinámicas más íntimas de sus participantes.