Durante su estancia en la casa, Polanco compartió una anécdota sobre cómo descubrió una infidelidad de una expareja a través de la portada de una revista, donde él aparecía con otra mujer usando una gorra. Aunque no mencionó nombres, el público y los medios rápidamente lo relacionaron con Eugenio Derbez y Alessandra Rosaldo, basándose en fotografías de la época. Tras salir del programa, Dalílah ha mantenido su postura de no confirmar directamente los nombres: "Yo nunca dije nombres, si ustedes quieren hacer lazos háganlos… cada quien tenemos una historia". Afirmó que su respuesta fue honesta ante una pregunta directa dentro del juego y que no es su responsabilidad si se atan cabos fuera de él.

Además de esta controversia, la actriz protagonizó momentos de gran vulnerabilidad. En un video, rompió en llanto al descubrir que el apoyo que recibía no provenía de "bots", como se especulaba, sino de seguidores reales. "Yo también los extraño, ahora yo lloro por todo, pero ahorita es de emoción y felicidad de saber que sí estaban ahí", expresó.

En su podcast, también confesó entre lágrimas que sentía que no había sido elegida para el reality "para ser la mujer bonita", sino para "hacer reír", una inseguridad que arrastra desde su infancia.