La confesión, realizada en un adelanto de la nueva temporada del reality show “The Kardashians”, ha generado preocupación entre sus seguidores y ha puesto de relieve el impacto físico del estrés emocional. Durante el avance del programa, se muestra a Kardashian, de 45 años, sometiéndose a una resonancia magnética y posteriormente comunicando a su familia el diagnóstico.
Ella misma atribuye esta condición al intenso estrés que vivió durante su polémico divorcio del rapero Kanye West (Ye), finalizado en 2022.
“Me siento más estresada probablemente solo porque tengo que proteger a mis hijos”, explicó, aludiendo al comportamiento público de su exesposo y su rol como madre para proteger a sus cuatro hijos de la controversia. Además del aneurisma, Kardashian confesó que el estrés provocó la reaparición de sus brotes de psoriasis, una enfermedad autoinmune que había mantenido bajo control. En una revelación aún más profunda sobre la dinámica de su matrimonio, admitió haber sentido como si tuviera “un poco del síndrome de Estocolmo”, una respuesta psicológica en la que la víctima desarrolla empatía hacia su captor.
“Siempre sentía lástima por él, lo protegía y quería ayudarlo, aunque eso me afectara”, expresó, describiendo su relación como “tóxica”.
Aunque los médicos no detectaron un peligro inmediato, el diagnóstico ha sido una llamada de atención para la celebridad, quien asegura estar priorizando su bienestar emocional y un estilo de vida más equilibrado.













