A pesar de que luego matizó diciendo que ahora desearía tener hasta seis hijos más, el comentario inicial marcó negativamente su imagen.

A esto se suma el conflicto con César Doroteo "Teo", miembro de la comunidad LGBT+. Mayer Mori fue acusado de homofobia por referirse a él con el apodo de "Dorothy" y, posteriormente, por su reacción de descontento al enterarse de que el público votó para que Doroteo compartiera la suite del capataz con él. Mayer Mori incluso se negó a dormir en la habitación, cuestionando la veracidad de la votación y atribuyendo la decisión a la producción. Ante las críticas, su padre, Sergio Mayer Bretón, salió en su defensa, negando las acusaciones de homofobia y justificando la actitud de su hijo: "A mí me encanta que sea seguro y sea egocéntrico y que sea soberbio, eso se lo enseñé yo... es igual de soberbio que yo porque somos chingones". La defensa del ex-político no hizo más que avivar la polémica, consolidando la percepción de arrogancia en torno a su hijo.