Sin embargo, un juez desestimó dicha demanda, abriendo la puerta para que Lively contraatacara.
En su nueva moción, presentada el 8 de septiembre, el equipo legal de Lively sostiene que Baldoni debe cubrir los gastos legales de la actriz y pagar una indemnización por los daños sufridos. La demanda se ampara en una ley de California de 2023 que protege a las víctimas de acoso sexual de demandas por difamación utilizadas como represalia. Los abogados de Lively acusan a Baldoni de intentar arruinar su carrera y la de su esposo, afirmando que su demanda inicial “no tuvo ninguna base desde el principio” y que fue diseñada para “inundarlo todo de ataques personales maliciosos”. Fuentes cercanas han revelado el impacto emocional que el litigio ha tenido en la familia, señalando que Ryan Reynolds “está enojado” y “frustrado”, y que “esa demanda lo cambió todo”.
El juicio principal está programado para marzo de 2026, pero esta nueva demanda añade una capa financiera y emocional significativa al ya complejo enfrentamiento.