El escándalo de infidelidad que se viralizó durante un concierto de Coldplay en julio ha llegado a su inevitable consecuencia: el divorcio. Kristin Cabot, la exjefa de Recursos Humanos de la empresa Astronomer, ha presentado la solicitud de divorcio de su esposo, Andrew Cabot, tras ser captada en la “kiss cam” en una situación comprometedora con su entonces jefe, el CEO Andy Byron. La solicitud de separación fue presentada el 13 de agosto en un tribunal de New Hampshire, según reportó el Daily Mail. La controversia estalló cuando la cámara del concierto enfocó a Cabot y Byron, quienes, al percatarse de que estaban en la pantalla gigante, reaccionaron con evidente nerviosismo, ocultando sus rostros.
El momento fue comentado en vivo por el vocalista Chris Martin, quien bromeó: “O tienen una aventura o simplemente son muy tímidos”, lo que amplificó el alcance del incidente.
Tras la viralización del video, Andy Byron renunció a su cargo como CEO y Kristin Cabot también dejó la empresa. Ahora, la atención se centra en la disolución de su matrimonio. Julia, la segunda esposa de Andrew Cabot, declaró al medio británico que su exesposo probablemente solo se siente “avergonzado” y lo describió como alguien a quien “solo le importa el dinero”, sugiriendo que el ego herido podría ser más significativo que el dolor emocional. Por su parte, Kristin Cabot confirmó la separación de manera tajante: “Su vida no tiene nada que ver conmigo”.
El caso se ha convertido en un ejemplo moderno de cómo un momento de exposición pública puede tener repercusiones drásticas y duraderas en la vida personal y profesional.
En resumenLa infidelidad expuesta por la “kiss cam” en el concierto de Coldplay ha culminado en la solicitud de divorcio de Kristin Cabot. El incidente no solo costó los empleos de los implicados, sino que también ha disuelto un matrimonio, demostrando el poder destructivo de un escándalo viral.