Florinda Meza ha regresado a la esfera pública con una postura combativa, defendiendo su historia junto a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” y confrontando las narrativas mediáticas que, según ella, buscan manchar su legado, aunque sus propias declaraciones también han generado polémica. La actriz ha sido una crítica vehemente de la bioserie “Sin querer queriendo”, impulsada por los hijos de Gómez Bolaños, calificándola como un “delito documentado” y una “mentira total” que daña su imagen y la de su difunto esposo. Su defensa se extendió a un tenso encuentro con reporteros, quienes la cuestionaron sobre las comparaciones en redes sociales entre su relación con Chespirito y el actual romance de Ángela Aguilar.
Meza respondió visiblemente molesta, utilizando el momento para hacer un llamado al feminismo: “Yo les diría a todas las mujeres que sean más feministas.
Vivimos en un mundo de hombres donde el primer enemigo de una mujer es otra mujer”. En la misma conversación, desestimó la idea de que una mujer “quita” a un hombre, preguntando retóricamente: “¿y él qué?”.
Paralelamente, Meza generó otra controversia al referirse a su trabajadora del hogar como “sirvienta” durante una entrevista.
Aunque su intención era destacar la cercanía y buenas condiciones que le ofrece, el uso del término fue calificado como anticuado y despectivo, desatando críticas en redes sociales.
La actriz se defiende de un “linchamiento descarnado”, asegurando que entrevistas antiguas han sido sacadas de contexto para atacarla.
En resumenFlorinda Meza está inmersa en una batalla por controlar su narrativa, descalificando la bioserie de Chespirito y enfrentando a la prensa. Sin embargo, su propio lenguaje ha generado nuevas críticas, demostrando la complejidad de manejar su imagen pública mientras defiende su pasado.