El equipo de Lively ha calificado la maniobra como una táctica para “generar un espectáculo mediático” y ejercer presión, argumentando que los abogados de Baldoni han mostrado una “falta de diligencia y respeto por la privacidad y el horario de la Sra.

Swift”. La disputa sobre la participación de Swift ha añadido una nueva capa de complejidad y atención pública al caso, cuyo juicio está programado para marzo de 2026.