El momento culminante del certamen, celebrado en Guadalajara, Jalisco, se tornó tenso cuando, tras anunciarse el triunfo de Bosch, solo cuatro de las 31 participantes se acercaron a felicitarla.

Un video viral mostró al resto del grupo consolando a la segunda finalista, Yoana Gutiérrez de Jalisco, en un gesto que fue interpretado como un claro desaire.

Ante la situación, Fátima Bosch ha manejado la controversia con una postura de unidad, aunque no ha evitado señalar la falta de compañerismo. En entrevistas posteriores, denunció la falta de una “sororidad verdadera”, afirmando que “es muy fácil dar un discurso sin sentir las cosas”. La polémica se intensificó con las declaraciones de otras concursantes, como Camila Canto, Miss Puebla, quien afirmó públicamente que Bosch “no merecía ganar” y que felicitarla habría sido un acto de “hipocresía y doble moral”. A esto se sumaron las críticas del maquillista Luis Torres, quien insinuó que la victoria de la tabasqueña ya se conocía de antemano, alimentando rumores de favoritismo. Fátima Bosch, por su parte, ha respondido con un mensaje de resiliencia, declarando que se enfocará en su preparación para el certamen internacional y que espera que la experiencia “les abra las puertas que buscaban” a sus compañeras.