La cantante Ángela Aguilar fue objeto de abucheos y gritos con el nombre de “Cazzu” durante su concierto gratuito en Guadalajara por las fiestas patrias. Este incidente refleja el persistente descontento del público hacia su relación con Christian Nodal y la percepción de su papel en la ruptura del cantante con la artista argentina. Durante su presentación el 15 de septiembre en la Plaza de la Liberación, donde actuó junto a su padre Pepe y su hermano Leonardo, una parte del público expresó su desaprobación. Videos que circularon ampliamente en redes sociales como TikTok capturaron los momentos en que, antes y durante su actuación en solitario, se escuchaban coros de “¡Cazzu, Cazzu!”.
A pesar de la hostilidad, Ángela Aguilar continuó con su espectáculo de manera profesional, sin responder directamente a las provocaciones. Posteriormente, tanto ella como su hermano Leonardo publicaron videos en Instagram agradeciendo al público de Guadalajara por su “cariño” y “amor”, mostrando imágenes de una plaza repleta, en un intento por contrarrestar la narrativa del rechazo.
Ángela compartió una foto del evento con el mensaje: “Siempre he creído eso de que una imagen habla más que mil palabras.
¡Viva México!”.
Esta estrategia de relaciones públicas busca minimizar el impacto negativo del incidente, enfocándose en la asistencia masiva y el apoyo de la mayoría de los presentes, aunque la controversia sigue siendo un tema dominante en la conversación digital sobre la artista.
En resumenLa reacción del público en Guadalajara evidencia que la controversia personal de Ángela Aguilar sigue afectando su carrera. Su respuesta, y la de su familia, ha sido proyectar una imagen de éxito y gratitud, intentando controlar el daño a su imagen pública mientras la polémica con Nodal y Cazzu continúa vigente.