Camila Canto, Miss Puebla, afirmó públicamente: “Para mí Fátima no merecía ganar”, declaración por la que posteriormente denunció haber recibido amenazas de muerte. La controversia se ha visto exacerbada por los rumores de influyentismo, ya que la familia de Bosch tiene vínculos con el partido gobernante en México. Ante esto, Bosch ha defendido a su familia como “gente honesta y trabajadora”, insistiendo en que las críticas no opacarán su victoria.

El debate ha atraído a figuras del medio como Osmel Sousa, quien públicamente le dijo a Canto que se callara y no fuera “envidiosa”, polarizando aún más la discusión.