Ante esta doble crisis, la estrategia de la pareja ha sido la de “mostrar, no contar”. En lugar de emitir comunicados o desmentidos directos, han optado por publicar en redes sociales imágenes y videos de su vida cotidiana, como un viaje a Monclova, ciudad natal de Zabaleta, y momentos de apoyo mutuo en sus respectivos proyectos profesionales.

Esta táctica busca normalizar su relación y presentar los rumores como irrelevantes frente a su evidente conexión.

Simultáneamente, Pérez ha usado su popular pódcast, “La Cotorrisa”, para burlarse de la cobertura mediática y posicionarse, junto a Zabaleta, como víctima de un periodismo de espectáculos invasivo y generador de “chismes”. Por su parte, Samii Herrera ha mantenido una postura mayormente neutral, confirmando que hubo contacto con Pérez pero negando cualquier connotación romántica, lo que ha añadido una capa de ambigüedad a la situación sin exonerar completamente al comediante ante la opinión pública.