La relación entre el comediante Ricardo Pérez y la cantante Susana Zabaleta se encuentra bajo intenso escrutinio mediático tras acusaciones de infidelidad y un tenso enfrentamiento con la prensa. La pareja ha respondido a la controversia proyectando una imagen de unidad en redes sociales, mientras Pérez ha utilizado su plataforma para criticar el acoso de los medios. El escándalo estalló cuando el periodista Gabriel Cuevas afirmó haber visto mensajes “coquetos” de Pérez a su exnovia, la influencer Samii Herrera. Esta acusación surgió poco después de un altercado en el aeropuerto donde Pérez confrontó a reporteros por, según él, casi derribar a Zabaleta.
Ante esta doble crisis, la estrategia de la pareja ha sido la de “mostrar, no contar”. En lugar de emitir comunicados o desmentidos directos, han optado por publicar en redes sociales imágenes y videos de su vida cotidiana, como un viaje a Monclova, ciudad natal de Zabaleta, y momentos de apoyo mutuo en sus respectivos proyectos profesionales.
Esta táctica busca normalizar su relación y presentar los rumores como irrelevantes frente a su evidente conexión.
Simultáneamente, Pérez ha usado su popular pódcast, “La Cotorrisa”, para burlarse de la cobertura mediática y posicionarse, junto a Zabaleta, como víctima de un periodismo de espectáculos invasivo y generador de “chismes”. Por su parte, Samii Herrera ha mantenido una postura mayormente neutral, confirmando que hubo contacto con Pérez pero negando cualquier connotación romántica, lo que ha añadido una capa de ambigüedad a la situación sin exonerar completamente al comediante ante la opinión pública.
En resumenAnte los rumores de infidelidad, Ricardo Pérez y Susana Zabaleta han optado por una estrategia de relaciones públicas que evita la confrontación directa, prefiriendo mostrar una imagen de unidad y normalidad en sus redes sociales. Simultáneamente, Pérez utiliza su pódcast para criticar a la prensa, enmarcando la controversia como un acoso mediático, una táctica que busca desacreditar las acusaciones sin abordarlas de frente.