La respuesta de la familia fue rápida y coordinada para sofocar el rumor.

Vicente Fernández Jr.

desmintió la versión, explicando que el hombre era Javier Abarca, el hermano mayor de su madre. La influencer Chamonic y periodistas como Joanna Vega-Biestro reforzaron esta aclaración, contextualizando el gesto dentro de las tradiciones de la familia. Se recordó que los Fernández, incluido el propio Vicente, han practicado públicamente este tipo de muestras de afecto entre familiares, una costumbre que históricamente ha generado debate en la sociedad mexicana. La controversia se convirtió en un caso de estudio sobre la rapidez con la que se difunde la desinformación y la presión que enfrentan las figuras públicas para justificar sus interacciones más íntimas. El episodio también abrió una conversación sobre los prejuicios hacia los adultos mayores y la posibilidad de rehacer su vida sentimental.