Esta afirmación lo posiciona como la parte traicionada y ofrece una explicación definitiva a una ruptura que hasta ahora había estado envuelta en especulaciones.

La reacción del público ha sido mixta.

Mientras algunos creen su versión, otros lo han tachado de “mitómano” y “alucín”, recordando que en el pasado él mismo había minimizado su relación con Belinda a una simple amistad. Con estas revelaciones, Lupillo se apropia de la historia años después, en un momento en que Belinda ha evitado sistemáticamente hablar del tema, controlando así el discurso público sobre lo que ocurrió entre ellos.