Según los informes, la persona en cuestión habría estado armada y presentaba “problemas serios de comportamiento”. Este incidente ocurrió en un contexto en el que Bad Bunny también ha sido vocal sobre temas políticos, como su crítica al gobierno de Donald Trump y su temor a que sus seguidores fueran perseguidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos. Aunque no se han revelado detalles sobre si el sospechoso fue detenido, el hecho de que el FBI interviniera subraya la gravedad de la situación y los peligros inherentes a la fama masiva en la era digital.